SE ARMÓ EL BELÉN

Se acerca la Navidad y alrededor de ella vivimos muchas tradiciones, de las que a veces desconocemos su significado o las hemos vacíado del mismo. Desde el Árbol y el Nacimiento hasta los dulces más típicos. No se puede vivir de formas sino manifestar en ellas su contenido original. Hoy te invito a adentrarte entre palmeras, serrín, musgo y montañas nevadas en el Belén.

San Farncisco de Asís / Santa Clara de Asís

EL BELÉN

Historia y tradición. El origen de la tradición

belenística reside en la veneración de las reliquias del Pesebre, que fueron trasladadas de Belén a Roma por los primeros cristianos. Las primeras representaciones del nacimiento de Cristo de las que se tiene constancia provienen del siglo II de las catacumbas romanas de Priscila, en las que se ve a la Virgen con el Niño. En las siguientes, de los siglos III y IV ya aparecen otras escenas, como las de la Epifanía, de la que hablaré en otro “post”. La costumbre de nuestros actuales nacimientos se la debemos a San Francisco de Asís, que en la Noche Buena de 1223 montó un Belén viviente, no sólo con personas sino también con animales. Esta idea gustó mucho al pueblo. Santa Clara la difundió por los conventos franciscanos de Italia. Si quieres saber más sobre esta Santa y las tradiciones populares en torno a ella pincha aquí. El primer Nacimiento que se conoce con figuras y no con personas se encontró en el Monasterio de Füsen, en Alemania y es del año 1252.



Belén napolitano



Palacio Real de Madrid

A partir de 1300, el Papa Juan XXII contribuyó a su difusión. En España el Belén más antiguo del que tenemos constancia es el llamado Belén de Jesús, que data de 1480 y está documentado en Palma de Mallorca en el siglo XVI. Fue realizado por la familia Alamanno, de Nápoles -de ahí la fama de los famosos belenes napolitanos-, que por entonces pertenecía al Condado de Aragón. Los siguientes belenes conocidos fueron los realizados por los capuchinos de las Ramblas de Barcelona y el famoso Belén del Príncipe, que Carlos III, tras regresar de Nápoles, encargó a un escultor valenciano para regalárselo a su hijo, Carlos IV. Este Belén tiene más de 150 piezas repartidas por diversos lugares. Actualmente se exponen la mayor parte en el Palacio Real cada año. En los siglos XVI y XVII de pueden distinguir dos escuelas de belenes: la castellana y la andaluza. En esta época los belenes son en relieve, casi siempre retablos. A partir del siglo XVII se empieza a realizar la figura exenta y los belenes se asemejan más a los que conocemos actualmente. La costumbre de decorar los hogares cristianos con un Belén se extiende primero entre la aristocracia y después entre el pueblo llano. A partir del siglo XVIII no hay hogar español sin Belén.

Pesebre

Estilos y figuras. El Belén tradicional es algo diferente a como lo conocemos actualmente. Se caraceteriza por ser más simbólico que realista. Las figuras son de diferentes tamaños, dependiendo del plano y la importancia de las mismas. Es habitual ver en los belenes antiguos a los personajes principales de dimensiones desproporcionadas conforme a las demás figuras; por ejemplo, un Nacimiento muy grande y unos pastorcillos diminutos. Hay dos planos muy diferenciados: el terrenal y el celestial, para dar a entender el significado de la venida del Mesías esperado para la salvación de los hombres. Aparecen personajes de la Historia Sagrada, como, por ejemplo, Adán y Eva, tal y como sucede en la pintura de finales del gótico en el que hay una escena principal y otras relacionadas más pequeñas. Hay que comprender que durante muchos siglos el pueblo era analfabeto e iba aprendiendo la Historia de manera visual y auditiva. La aparición de Adán como el hombre viejo y Jesucristo como el Hombre Nuevo y la de Eva como la mujer pecadora y la Virgen María como la mujer sin mancha de pecado. Con el auge de los gremios, comienzan a introducirse figuras tan conocidas hoy, como la lavandera, el pescador o la hilandera. De tradición catalana, aunque pronto se aparace también la controvertida imagen del "caganer", un payés (campesino) que lleva una barretina en la cabeza y una pipa en la boca, con las nalgas al descubierto y en actitud de defecar. Las diferentes simbologías que se le atribuyen al caganer por los expertos belenistas son muy diversas. Quizás las más reiteradas sean las siguientes: Fertilizar la tierra para la venida del Mesías; contrastar la gloria divina con la miseria humana; plasmar un Belén real, de personas y no una simple maqueta sin vida.

CUÁNDO Y CÓMO MONTARLO

Adviento. Esta palabra procede del latín, "adventus", cuya traducción es "venida". El Adviento es el tiempo litúrgico que precede a la Navidad y dura cuatro semanas.

Coronas de Adviento

Es costumbre realizar una corona de adviento con ramas y hojas y cuatro velas, tres moradas, como tiempo de preparación del corazón ante el nacimiento del Mesías, tal y como narran los Evangelios a través de las palabras de San Juan Bautista, y una última de color rosa como símbolo de esperanza. Cada semana se enciende una vela. El origen de la corona es germánico y pre-cristiano. Durante el frío invernal se encendían fuegos en forma de corona para esperar a la primavera. La adaptación cristiana refleja esa primavera en Cristo y la luz en la salida de las tinieblas del pecado original -de ahí que, a veces, se le añadan manzanas- y la redención con Jesucristo como la luz que redime a todo hombre. Si no tienes velas de estos colores, puedes ponerlas de otros; en este último caso mejor todas iguales. El Belén se puede montar al comenzar el Adviento, nunca antes, aunque los centros comeciales ya nos bombardeen con villancicos desde noviembre y los supermercados con dulces navideños desde octubre. Es tradición en muchas familias ponerlo el día 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción.

Reyes Magos

Cómo armar el Belén. Hoy en día existen muchas opciones para montar un bonito Belén. La norma general es el gusto propio, pero hay algunas cuestiones básicas que no podemos olvidar. El

centro, no geográfico sino simbólico, es el Pesebre. El Niño Jesús no se pone en él hasta el día de Noche Buena, porque aún no ha nacido. Los diferentes Misterios de la Navidad, como la anunciación a los pastores o la ofrenda de los Reyes Magos son de mayor importancia y, en consecuencia, ocuparán un lugar visible y/o destacado respecto de otras escenas anecdóticas, como los patos en el río, el gallinero o la lavandera, por poner algunos ejemplos. Si dispones de un caganer entre las figuras de tu Belén, colócalo siempre en un lugar escondido, tras unos matorrales, por ejemplo. No hay que perder el norte de lo que en realidad se celebra. Si eres de familia cristiana, una buena práctica es la de hacerlo con los niños desde que son pequeños e irles explicando con las figuras que representa cada escena.

LO QUE NUNCA DEBES HACER

1. Poner el Belén antes de que comience el Adviento.

2. Encender las cuatro velas de la corona de Adviento de golpe.

3. Colocar un caganer en lugar visible desde el
Portal. Es irreverente.
4. Colocar el Niño Jesús antes de Noche Buena.

La semana que viene ahondaremos en otras tradiciones navideñas. De momento espero que armes un bonito Belén y... ¡lo disfrutes!