TRADICIONES NAVIDEÑAS

Si la semana pasada armábamos el Belén -para recordarlo, pincha aquí- hoy vamos a poner el Árbol de Navidad, a enviar felicitaciones y a recorrer juntos algunas tradiciones que vivirás en los próximos en los próximos días. ¿Cogemos el abeto y empezamos nuestro camino?


ÁRBOL DE NAVIDAD

Árboles de Navidad con regalos debajo y hogares decorados 

San Bonifacio

Origen y tradición. Aunque se considera de tradición germánica, hay datos qué nos remontan al antiguo Egipto para situar el origen del Árbol de Navidad. Al final de cada año los egipcioscelebraban una ceremonia en honor de sus dioses, en la que cada uno llevaba una penca de palma de doce hojas, una por cada mes del año, las juntaban en forma de pirámide y las quemaban. La tradición cristiana del Árbol de Navidad proviene del pueblo germánico que creía que los astros estaban sostenidos por un árbol, al que adoraban durante el solsticio de invierno. Algunas voces apuntan a un roble y otras a un fresno. San Bonifacio, obispo germano y mártir del siglo III, evangelizó al pueblo germano. Cuenta la leyenda que mientras predicaba sobre la no-divinidad del roble y la Gracia de Dios, el roble se partió y arrasó con todas las plantas que allí había, excepto con un abeto que sobrevivió. San Bonifacio lo contempló como un milagro, ya que el abeto siempre conserva su verdor y se consideraba símbolo de la inmortalidad. A partir de entonces la tradición cristiana coloca un abeto por Navidad. La figura del árbol también está presente en las Sagradas Escrituras, tanto en el Génesis, con el árbol de la ciencia del Edén, como en el Nuevo Testamento con el árbol de la Cruz. Esta costumbre se extendió por toda Europa durante los siglos XVI y XVII y llega a su máximo apogeo en el XVIII en Inglaterra. Fueron precisamente los ingleses los que la llevaron a Estados Unidos, donde arraigó con fuerza, aunque se desprendió bastante de su siginficado religioso y se integró en el "american way of life", de donde, a través del celuloide, llegó a España en el siglo XX.

Bolas de cristal de Navidad

Decoración. Las primeras bolas de cristal para el árbol se colocaron en Bohemia en el siglo XVIII. Depende de los colores que utilices, darás un significado u otro a tu árbol. Las bolas azules y las moradas manifiestan arrepentimiento; las rojas, petición; las verdes, esperanza; las plateadas, agradecimiento; las doradas, alabanza. Es costumbre en algunas familias que los niños vayan poniendo durante el Adviento -para conocer el sentido y otas tradiciones de Adviento, puedes pinchar aquí - las bolas de los diferentes colores según sean sus intenciones. Es típico coronar el árbol con una estrella, que recuerda a la que guió a los Reyes Magos al portal de Belén. En ocasiones esta se substituye por un ángel, que hace referencia al anunciador a los pastores o al Arcángel San Gabriel que comunicó a la Virgen María su estado de buena esperanza. Las herraduras se cuelgan como amuleto de la buena suerte y las campanillas simbolizan alegría.

Regalos bajo el Árbol de Navidad

Las luces juegan un papel muy importante dentro de la decoración del árbol, pues simbolizan la luz de Cristo. Antiguamente se ponían velas, que hoy han devenido en iluminaciones más trabajadas. ¿Por qué se colocan los regalos bajo el árbol? Un árbol no está completo sin regalos debajo. La tradición de colocar paquetes falsos durante la Navidad se la debemos a Lutero, quien, con la Reforma, pretendió substituir a los Reyes Magos por el Niño Jesús como portador de presentes. La costumbre no cuajó, excepto en el punto mencionado. Los paquetes falsos son cambiados por los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, quienes traen los regalos verdaderos.

Árbol de Navidad decorado

Ecología. Hay que ser respetuosos con el medio ambiente, por eso el abeto no se debe cortar sino plantar en tierra abundante, ya sea en un jardín o en un macetero lo suficientemente grande para ahondarlo bien en la tierra. Una vez transcurrida la Navidad, este mismo árbol se puede replantar donde estaba. Algunos ayuntamientos disponen de contenedores especiales de recogida de abetos, los trituran y reciclan como abono. Otra opción es poner un árbol de plástico.

TARJETAS DE NAVIDAD

Felicitaciones navideñas

Origen. La tradición proviene de Inglaterra, donde se animaba a los colegiales a redactar unas líneas relacionadas con las fiestas navideñas y las enviaran por correo a sus padres antes de las vacaciones para que estos recibieran un mensaje de Navidad. Las primeras tarjetas impresas surgieron en este mismo país con la intención de extender entre el pueblo las obras de arte que representaban el nacimiento de Jesús. Hasta 1.860 no aparecen las tarjetas con la frase "Feliz Navidad" y se realizan ventas de las mismas. Las creó el americano Thomas Nast, quien también dibujó la primera imagen de Santa Claus.

Misión. Las tarjetas de Navidad sirven para mostrar nuestros mejores deseos, inspirados por el nacimiento de Dios, a nuestros familiares y amigos.

SANTA CLAUS

San Nicolás de Bari / Santa Claus

Origen. La figura del actual Santa Claus o Papa Nöel ha ido sufriendo transformaciones a lo largo del tiempo. Muchas personas lo consideran un personaje pagano y no es así. Aunque a partir del siglo XIX se le desprendió de su sentido religioso, su figura está basada en San Nicolás de Bari, nacido en el año 350 d. C. Nicolás sufrió la muerte de sus padres muy joven y heredó una gran fortuna, que dedicó a los más pobres, especialmente a los niños. Fue ordenado sacerdote y, posteriormente, Obispo de Mira, situada en la actual Turquía. Sus reliquias reposan en Bari desde 1.087, gracias al rescate de unos marineros italianos. Su fiesta se celebra el 6 de diciembre. Es el santo que une a Católicos y Ortodoxos y se le considera un símbolo del Ecumenismo desde la visita que el Beato Juan pablo II realizó a Bari y tras su encuentro con el padre de la Iglesia Ortodoxa.

Calcetín bajo la chimenea

Historia y leyendas. Ambas se entremezclan para dar vida a este santo y las tradiciones que hemos heredado y conservamos hoy en día. Existen dos muy extendidas con varios puntos en común. La primera combina hechos reales con otros de raigambre popular. En el siglo IV hubo un Jefe de la Guardia romana, llamado Marco, que quería acabar con el Cristianismo. Había un anciano que le debía dinero y decidió apoderarse de sus tres hijas. Para evitarlo, San Nicolás dejó caer monedas de oro por la chimenea de ese humilde hogar la Noche de Navidad. De ese modo, el anciano pudo pagar su deuda y sus tres hijas quedaron salvadas. Marco decidió quemar iglesias y encerrar a los cristianos. Hasta la conversión del Emperador Constantino, los presos cristianos no fueron liberados. Al salir de la cárcel el aspecto de San Nicolás estaba muy deteriorado, tenía una larga barba blanca y vestía harapos de su vestidura de obispo, de color púrpura. La segunda leyenda narra tmbién la historia de tres hermanas pobres, que, al no disponer de dote, su padre las iba a vender -existe otra versión, en que había decidido prostituirlas-. San Nicolás dejó caer oro por la chimenea, cayendo este dentro de un calcetín que una  de las muchachas había dejado junto al fuego para que se secara.

Santa Claus y Coca-Cola

Nombre y evolución. En Alemania su nombre es Sankt Nikolaus o Sankt Herr Nocholaas. En Holanda Sinterklaas. Fueron precisamente los colonos holandeses los que exportaron su figura a Estados Unidos, donde su nombre derivó en Santa Claus. El primer ilustrador de Santa Claus fue Thomas Nast en el siglo XIX, tal y como he señalado con anterioridad al tratar de las felicitaciones navideñas. El mismo lo situó viviendo en el Polo Norte, donde muy cerca de allí se puede visitar su aldea y un parque temático. El Santa Claus que conocemos hoy en día se substenta en un encargo que Coca-Cola hizo al dibujante sueco Haddon Sundblom en 1.931. Desde entonces Papa Nöel es orondo y simpático, tiene una cabellera y barba blancas y abundantes y su traje rojo es más llamativo.

Sagrada Familia de Gaudí

FELIZ NAVIDAD A TODOS