lunes, 27 de agosto de 2012

BIENVENIDOS AL REINO INDEPENDIENTE DE MI CASA


Estas vacaciones has decidido invitar  por unos días a un/a amigo/a (amigos) a esa casa tan acogedora que tienes en la playa, la montaña o en tu preciosa ciudad, llena de rincones maravillosos que visitar, que para eso es la tuya y quién mejor que tú para mostrarla. ¿Ya has pensado dónde instalar a tus huéspedes? ¿Cómo agasajarlos? ¿Qué planes hacer con ellos? ¿Te ayudo a ser el/la anfitrión/a perfecto/a?




Dormitorio y cuarto de baño de invitados / toalllas adecuadas
Alojamiento. Supongo que querrás lo mejor para tus invitados, por lo que les reservarás una de la mejores habitaciones de la casa -si no la mejor-. Es aconsejable tener un cuarto de invitados para estas ocasiones. En caso de no contar con él, tendrás que apañártelas para "construirles" uno. A ser posible tendrá un cuarto de baño cerca, y mejor aún, si es de uso exclusivo. No es necesario que sábanas y toallas sean de hilo, que, aparte de arrugarse muchísimo, las segundas no te secan de una buena ducha. Pero sí es conveniente que las sábanas sean 100 % algodón, no sólo porque son mejores y más suaves que las que llevan mezcla sino también porque existen personas alérgicas a determinados tejidos y no querrás que tu invitado amanezca con un sarpullido en el primer desayuno. No obstante, la lencería de hogar lucirá más si tiene algún bordado, una tira de puntillas... En cuanto al cuarto de baño, tiene que estar bien equipado con todos los sanitarios; mejor aún si tiene bañera, por si tu huésped quisiera relajarse tras el viaje o cualquier otro día. Tendrás que prepararle un neceser básico de baño: gel, champú, esponja, cepillo y pasta para los dientes, peine y cepillo, algodón, pañuelos de papel y papel higiénico suficiente para que no se vea en la tesitura de tener que pedirte otro rollo... Y un juego completo de toallas de rizo gordo, las más mullidas que tengas, que son las que mejor secan. Cuando me refiero a juego de toallas quiero decir tres del mismo juego: una de baño, otra de manos y la tercera de rostro o bidé, según se le quiera dar uso.

Dar la bienvenida con los brazos abiertos
La bienvenida. No todas las personas saben hacer la maleta perfecta y puede que tu invitado se encuentre entre estas personas. Si quieres más información sobre cómo hacer maletas, pincha aquí. Quizá llegue cargado de bultos para una estancia de un fin de semana. Ante situaciones como esta tienes que estar mental y prácticamente preparado, es decir, no asustarte cuando llegue y proveerle de un buen armario por si acaso. Traiga una bolsa de deporte o el equipaje completo- sombrerera incluida-, no torcerás el morro, si se me permite la expresión, ni le mirarás mal. Al contrario, le recibirás con los brazos abiertos y una enorme sonrisa: claves de todo buen anfitrión. Por descontado, le ayudarás con sus maletas. En primer lugar le ofrecerás algo de beber, de comer si viene hambriento y una ducha por si quiere refrescarse después del viaje. Tras estos  primeros momentos de bienvenida, lo mejor es dejar que se acomode, coloque la ropa en el armario y se organice sus propias cosas e, incluso, si quiere acostarse un rato para descansar.

Tu invitado como en casa
Confianza. Imagino que querrás que la estancia de tu huésped sea lo más cómoda posible, no sólo en lo material, cuestión que ya he tratado antes, sino también en lo personal, lo que viene a suponer que se sienta como en su propia casa. Entendemos que guardará las normas de educación básica, por lo que ese sentirse en casa será agradable para ambos, tanto en los momentos que esté acompañado por ti o por alguien de tu familia, como en los que, por determinada circunstancia se quede solo - supongamos que, por poner un ejemplo, tú sales a correr a las 6:00 de la mañana-.
No fisgar maleta de invitado
Si se produce la situación de que se quede solo por un espacio de tiempo, se entiende que puede leer un libro de tu biblioteca, encender la televisión, abrir la nevera para servirse un vaso de leche... cosas normales que uno realiza en su propia casa. Quizá quien se quede solo en casa seas tú, porque es tu amigo quien corre al amanecer. Aunque estés en tu casa, esta circunstancia no te da derecho a entrar en la habitación de tu invitado, abrir su armario -porque durante su estancia son "su" habitación y "su" armario, no lo olvides-, fisgar sus cosas y, en consecuencia, meterte en su intimidad.

Planes con amigos y en solitario
Planes. Lo más adecuado es que le incluyas en tus planes familiares, le presentes a tus amigos e integres en tu círculo social. No obstante, una cosa es invitar y otra forzar. Dependiendo del grado de confianza que exista entre vosotros haréis más o menos planes conjuntos, de un tipo o de otro. Lo que nunca debes hacer es insistir, a no ser que se trate de una persona tímida y hayas de animarla. Animar sí, insistir no. Además de hacer partícipe a tu invitado de tus planes, también será bueno que le aconsejes hermosos lugares donde realizar actividades varias, como pasear, hacer deporte, una escapada o ir de compras, si desea mantener también su propia independencia. Ofrécele opciones y que sea él/ella quien decida, si tomarse hoy unas cañas con tus amigos o  salir de excursión solo al pueblecito costero más cercano. Sé
No espiar a tu invitado
siempre discreto con sus planes personales, si le aconsejaste un sitio y fue, seguramente te lo contará, pero no seas excesivamente preguntón.  No querrás convertirte en ese anfitrión cotilla que quiere controlar todos los movimientos de tu visitante. De igual manera que no fisgas entre sus enseres personales, tampoco lo hagas con sus salidas, no sea que te veas en plan Inspector Clousoeu, preguntando de manera imprudente o, peor aún, siguiéndole por las calles. Si, como es lógico, le prestaste un juego de llaves, y una noche llega tarde no le hagas un tercer grado en el desayuno sobre dónde estuvo o con quién a la hora de autos, a no ser que estés deseando que no regrese nunca más.

La perfecta anfitriona te agasaja con una cena
Agasajos. No es necesario que cada vez que salgáis invites tú, pero si, al menos, la primera vez; el resto podéis alternaros o hacerlo a medias. Estando en casa los víveres corren de tu cuenta, evidentemente, pues no estás compartiendo piso, tema que daría para otra entrada. Es aconsejable que celebres una cena, con varios invitados, en su honor. Esta no ha de producirse la primera noche, pues puede estar agotado,  ni la última si parte al alba del día siguiente. Depende de cuánto dure su estancia, la harás en medio de la misma -caso de tratarse de un fin de semana- o la penúltima o antepenúltima noche -caso de tratarse de más tiempo: una o dos semanas-.

No prolongar el tiempo hasta romperlo
Tiempos. Vuelvo a reiterar que el grado de confianza es fundamental en estos temas. También cuenta mucho si vives solo o con tu familia y tu amigo sólo te conoce bien a ti. Las invitaciones de este tipo pueden ir desde un fin de semana a una semana o quince días. Una estadía más larga puede cansar a ambas partes o incluso provocar discusiones familiares. No por insistir en que se quede más tiempo vas a quedar mejor. Si no estás muy seguro de ello puedes arruinarte el resto de las vacaciones y si la confianza no es muy grande es probable que pongas  a la otra persona en un compromiso y tenga otros planes. Ya sabes, lo bueno, si breve, dos veces bueno.

LO QUE NUNCA DEBES HACER

1. Instalar a tu invitado en un cuarto cualquiera; menos aún en esa
buhardilla llena de telarañas.
2. Husmear entre sus cosas.
3. Hacerle sentir un extraño, que tenga que pedir permiso hasta para ir al
cuarto de baño.
4. No presentarle  a tus amigos.
5. Insistir demasiado para cualquier cosa.


La semana que viene "le daremos la vuelta a la tortilla": ¿Qué ha de hacer un buen invitado?
Mientras tanto, si tienes un invitado en casa... ¡Hazle disfrutar!







18 comentarios:

  1. Muy interesante tu post de hoy, y lo que nos cuentas es de lógica y sentido común, lo que por desgracia no es lo más corriente. El único "pero", que podemos encontrar en estas normas, es que el invitado se sienta tan a gusto que luego no quiera marcharse.....
    un saludo!!
    karin

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    1. Gracias Karin.

      Todos los códigos de buenas maneras se basan en el sentido común, que habrá que ayudar aresucitar en nuestra sociedad.

      Para que el invitado decida marcharse están también los tiempos, pero de esta segunda parte ya trataremos la semana que viene.

      Un abrazo.

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  2. Interesante, como siempre. Eso sí, me temo que no te voy a invitar a pasar unos días nunca - al menos, no mientras no tenga una mansión acorde, ¡menudo compromiso...!

    Si un invitado se presenta con sombrera, no me importará; si se da ese caso, seguro que mi mayordomo le llevará los bultos -o, más propiamente, otra persona de servicio de menor rango- hasta la casa de invitados del fondo del jardín. Hasta entonces, confío en que ningún invitado mío traerá sombrera - quedas avisada :)

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    1. Gracias Alejandro.

      La semana que viene veremos qué tiene que hacer el invitado y, a lo mejor, decides que sí quieres que vaya a tu casa.

      Sólo viajo con sombrerera cuando es necesario ;)

      Un abrazo.

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  3. Me alegra saber que no caigo en "lo que nunca se debe hacer" :)

    Saludos!!

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    1. Gracias P.:

      Eso es muy básico para ti, P. Seguroq ue haces acsi todo lo que hay que hacer :)

      Un abrazo.

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  4. Me ha venido genial este post! Estoy viendo que debo de estar a anyos luz de la perfecta anfitriona (hasta hace nada vivia en un mini piso de 20 m2 en Paris y no podia recibir muchas visitas)...pero ya se en lo que tengo que fijarme para mejorar! GRACIAS!!!

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    1. Gracias Pia:

      Es difícil recibir en un espacio reducido. Me lagra que te guste y te sirva.

      Un abrazo.

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  5. Hay algo que me ha hecho gracia por vivido, en el sentido del tiempo ideal para una visita, de un fin de semana o de una semana... o a lo sumo dos... Porque a veces hay personas que no se dan cuenta que está bien venir unos días, disfrutarlos juntos, pero que luego no se ponen ellos un límite realmente en cuanto tiempo, es decir, que si fuera por ellos se estarían todo el mes (si hablamos de vacaciones de verano)... Es algo que en su día nos ha tocado vivir y al final la visita se hace pesada ciertamente... :-)

    Sergio y Cristina&Mageritdoll

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    1. Gracias, Sergio y Cristina & Margeritdoll:

      Siento mucho esa mala experiencia, pero de todo se aprende. A todos nos ha tocado estar en un lugar o en el contrario; de ahí que le dedique dos "post".

      Dos abrazos.

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  6. Buen día!
    Que maravilla de post! Muy completo!
    Gracias por estos excelentes consejos :))
    Una sonrisa y hasta pronto,
    Gala
    http://galahoogstraten.blogspot.com

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    1. Gracias Gala Hoogstraten.

      Me alegra te guste y te sea útil.

      Un abrazo.

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  7. Seguramente tendríamos mucho que aprender a este nivel de pueblos como el tuareg, cuya hospitalidad era legendaria, a mí me cuesta, me cuesta...
    Un beso!

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    1. Gracias, Nan de Bil.

      A cada uno nos cuestan unas cosas; nadie es perfecto.

      Voy a investigar sobre los tuaregs. Me está picando la curiosidad. Contigo siempre descubro cosas nuevas, en su mayoría fascinantes.

      Un abrazo.

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  8. Muy buenas recomendaciones ;) con ellas los invitados estarán como en casa, seguro que eres una buena anfitriona ^^ besitos

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    1. Gracias, Marie.

      Me alegra que te guste. Una hace todo cuanto puede.

      Un abrazo.

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  9. Conozco a los perfectos anfitriones, hacen que estar en su casa sea como estar en la tuya!. Buenos consejos.

    Bss

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  10. ¡Me había perdido este post!
    De nuevo buenísimos consejos!!
    Y con mucho cuidado en invitarte....;)
    También me pica la curiosidad de los tuaregs!!

    Un abrazo

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Gracias por dejar tu opinión. Me ayuda a crecer y a mejorar. Aránzazu.