NOVIAS A LA CABEZA. Parte II.

Siguiendo con nuestras opciones para adornar las cabezas de las radiantes novias, esta semana nos adentraremos en el mundo de los tocados y sombreros, algunos de ellos combinables con velo  y otros no, dependiendo del modelo y el tipo de enlace. Para saber más sobre velos puedes pinchar aquí ¿Dispuesta a encontrar tu tocado para tu día más feliz? Te acompaño.

La Ghirlandata de Rosetti

Concepto e historia. Hacemos referencia con la palabra tocado a todo aquello que cubra y/o adorne nuestras cabezas. Un sombrero es un tocado con copa y ala. Por tanto, un sombrero es un tocado, pero un tocado no necesariamente es un sombrero. El origen del tocado se remonta a la Pre-Historia, donde ya se usaban gorros de piel para proregerse del frío. En el antiguo Egipto muchos dioses eran identificados por el tipo y el color del mismo. La diadema más antigua perteneció a la Princesa Abylos y data del año 3.200 a.C. y el primer sombrero del que se tiene constancia pertenece a la cultura griega del siglo V a. C. El Imperio Romano heredó las cintas griegas y usó el sombrero para distinguir a libres de esclavos. Cuando uno de estos últimos era liberado recibía un sombrero como regalo. A partir de la Edad Media los tocados se comienzan a utilizar como símbolo de distinción social. A partir de ese momento y a lo largo de la Historia por los materiales, decoración, elaboración... de tocados y sombreros se produce la diferenciación entre clases sociales. El uso por parte de las novias de un tocado viene de muy antiguo. Usaban una corona de flores el día de su boda, que posteriormente devino en una única flor tras la oreja. Para saber más sobre el significado de las flores puedes pinchar aquí  y sobre las más decuadas para novias aquí

 Tejidos. Para la confección de tocados contamos con múltiples tejidos, que, dependiendo de la climatología se usarán unos en detrimento de otros. Para otoño-invierno se utilizarán como estructura base las pieles, el fieltro, el terciopelo y el paño, mientras que en temporada de primavera-verano los diseñadores se inclinarán por la rafia, la organza, el raso, la seda salvaje y las gasas. Para complementarlos hay múltiples opciones: pedrería, plumas, joyas, botones, cintas de raso o gross grain, tules...

Ondas al agua / recogido alto

Peinados. De una novia es muy importante percibir la imagen de su semblante. Por eso es el peinado más adecuado es aquel que sea limpio y deje la cara despejada. Los tocados admiten prácticamente todo tipo de peinados, dependiendo, claro está, de tu óvalo facial, del estilo del vestido y el tocado, el tipo de ceremonia, la época del año, el lugar y la hora del día. Con un tocado, que no sea sombrero, puedes lucir tu melena suelta con ondas u ondas despeinadas, un semirecogido, una trenza y un recogido. Con los sombreros variará dependiendo de los diversos tipos: melena al viento, moño bajo -en muchos casos- o alto -excepcionalmente-.

TOCADOS.



Banda de encaje con flor de muselia y broche de cristales / Flores de tela
Tocados de Lucía Be

Tipos. Un tocado ha de suponer un marco para el rostro. No ha destacar sino realzar a la novia, que nadie diga qué tocado tan bonito sino qué novia más bella. Existen tantos que sería imposible realizar un análisis en profundidad de cada uno de elllos. Nos tendremos en aquellos que resulten más adecuados para ti, querida novia, y con los que puedas sentirte más cómoda, dependiendo de tu estilo, y tus facciones. Según su sujección puedes encontrarlos de diadema, horquilla o peineta. Las horquillas añadidas y la laca serán buenos instrumentos para ayudar a que el tocado no se mueva.

Tiaras con recogido y velo / cabello suelto /
Aplique de perlas y tela en forma de hojas de Lucía Be

Tiaras: Existen las clásicas de joyas o cristales para lucir con velo o mantilla y las denominadas de halo, que tienen forma redonda y pueden llevarse combinadas con velo y recogido alto o alrededor de la frente con el cabello suelto. Estas últimas pueden tener un cierto aire hippie para novias más informales que se casen en el campo o la playa.

Peineta de pedrería y cristales de Lucía Be 

Peinetas: Las de carey van camufladas bajo un velo elaborado o una mantilla. Las hay de pedrería, cristales o perlas que son para lucir solas, como es el estilo de los vulgarmente conocidos como tocados joya. Para un uso más elegante se aconseja un recogido o una melena muy trabajada a base de ondas.
Coronas: Las puedes llevar solas o con velo. Las coronas no tienen por qué ser enteras, pueden llegar hasta las orejas y sujetarse ahí detrás. Estas pequeñas se llevan con velo y peinados altos, se ven a la altura de la frente y luego se ocultan. Las grandes son enteras y se lucen solas con el pelo suelto. Son muy apropiadas para una boda en el campo. Con flores se pueden hacer todo tipo de tocados, desde los más simples como una única flor a los más sofisticados con apliques o con tules de plumetti a modo de “birdcage” o jaula de pájaro -cubren total o parcialmente el rostro- pasando por las bandas estilo años 20.

Corona de flores / Flor de raso con velo de plumetti de Lucía Be

Diademas: Son los tocados más sencillos. Te los puedes colocar solos o con velo montado en peineta.

Pillbox con tul

Pillbox: Es el conocido tocado azafata popularizado por Jackeline Kennedy en los años 60. La opción clásica es colocarlos en la parte alta del cráneo y algo inclinados hacia atrás, mientras que la más actual apuesta por apoyarlos en la frente y ladeardos un poco. Resultan muy elegantes si en su confección se les acompaña de tules o flores. 

Los casquetes: Son similares en forma al pillbox , pero se colocan como un gorro. Los hay con mayor o menor profundidad, es decir, que pueden llegar a tocar ligeramente el inicio de la frente o cubrir gran parte de esta. El primero favorece a casi todos los tipos de rostros; el segundo es más apropiado para los redondos, nunca para los alargados,

Boina con flores / Casquete de rafia con flor de tela de Lucía Be

pues los pronunciaría más. Hasta una boina

bien tejida y adornada puede ser tu opción si quieres salir de lo tradicional.

Cómo llevarllos. Ante todo prima la naturalidad. Si no estás acostumbrada a llevar nada en la cabeza habitualmente, tienes dos alternativas: Ensayar en casa los meses previos a la boda o ponerte una simple flor o un tocado de peineta  muy sencillo. Al optar por un tocado solo, es decir, sin velo, es aconsejable llevarlo con el cabello recogido si tu boda es de tarde-noche y con la melena semirecogida, mejor que suelta,  si el enlace es a mediodía. Si la celebración es en el campo puedes optar por tejidos y diseños más informales, como la rafia y las flores, mientras que si es en la ciudad lo más apropìado será lucir uno más rico en raso u organza con pedrería. Los tocados que van a un lado se

Duques de Cambridge

colocan en el derecho, ya que la mujer va a este lado del varón y, por tanto, asirá del brazo izquierdo al mismo. De esta manera el tocado no será molestia alguna para tu ya flamante marido. Igual que al novio, el tocado no ha de molestar a los demás invitados. Si llevas un tocado de los últimos descritos los invitados te besarán en la mejilla derecha, por lo que habrás de ofrecerles esta. En caso de no poder recibir besos ofrecerás la mano. El tocado no se quita y ha de permanecer inmóvil todo el tiempo que dure la celebración. Los tocados que cubren el rostro o parte del mismo son adecuados para ceremonias religiosas; si tu enlace es civil abstente de ellos, son una reminiscencia del velo.

LO QUE NUNCA DEBES HACER

1. No tener en cuenta los tejidos y llevar, por ejemplo, brillos de día: Déjate aconsejar por manos expertas.

2. Quitarte el tocado o moverlo de su sitio: Una dama debe volver tan impecable como salió.

3. Pensar que el tocado es un añadido. El tocado ha de irte a la cabeza como un guante a la mano: Encajar y no notarse que está de más.

4. Hacer uso de un tocado extravagante.

5. Olvidar que el tocado forma parte de un conjunto, en el que guantes -si los llevas- y zapatos han de ir en la misma tonalidad.

Ahora a escoger y a encargar tu tocado. Si quieres concretamente un sombrero, habrás de esperar a la semana que viene y mientras... ¡a difrutar!