NO ME PISES QUE LLEVO CHANCLAS



 Hoy empieza el verano. Hay un antiguo dicho que reza: "Llega el verano, ¡qué ordinariez!" No sé de dónde proviene, pero es muy aplicable a los tiempos que corren en que parece que en verano se pierden la elegancia y el decoro. Tú y yo sabemos que relax no es sinónimo de dejadez. Te muestro cosas de sentido común y algún truco.





 

Influencia del turismo y la
globalización. Hasta hace pocos años contemplábamos pasmados el llamado "look turista" : en los varones las camisas hawaianas, las camisetas de algodón de manga corta y, más todavía, las sin mangas tipo baloncesto que lucían la pelambrera de las axilas, e incluso la del pecho, los pantalones piratas, las bermudas o, peor aún, en su defecto, el traje de baño, las sandalias tipo franciscano atadas con velcro, con o sin calcetines, las chanclas de piscina, las riñoneras; en las mujeres, las camisetas de tirante fino o el casi-biquini, los shorts excesivamente cortos, las deportivas con vestido y las chanclas de piscina y la riñonera de nuevo. Así se paseaban y pasean los turistas anglosajones y asiáticos por nuestras ciudades y nos parecía el museo de los horrores. Hasta que con el fenómeno de la globalización nuestros compatriotas comenzaron a vestirse, por llamarlo de alguna manera, del mismo modo. Los diseñadores captaron la tendencia de la calle y empezaron a fabricar en serie camisas estampadas para caballero, camisetillas de tirantes  o sin ellos, cada vez más reducidas y estrechas para las féminas, bermudas y shorts semejantes a los de los "boy-scouts", sandalias de tejido transpirable llenas de velcros y chanclas de piscina de todos los colores y con toda clase de muñequitos, florecitas... o de piel con logos.

El "look turista"

 El "todo vale", que hemos ido aprendiendo aquí entre post y post que "no vale", se ha instaurado como la ley de reivindicación de la individualidad personal, del voy como quiero, adonde quiero y esté con quien esté, en todas las estaciones del año y en verano, debido a las altas teperaturas, aún más. Pero tú, que te respetas a ti mismo y que sabes comportarte en sociedad, no coges lo primero que encuentras en el armario y te  lo plantas encima sin pensar, cuestión aparte es también la del armario: ¿Cómo está tu armario? Trataré este asunto en otra entrada.

Aberraciones

Tú y yo sabemos que una de las manifestaciones externas de nuestro interior es el vestido. Por eso, quien lleva una camiseta sucia, arrugada, agujereada... transmite que está sucio, arrugado y agujereado por dentro. Especialmente en verano hay que cuidar más la higiene personal, la limpieza y el planchado de la ropa, por el tipo de tejidos, para no ofrecer una imagen de "dejado/a".  Quien se deja por fuera, es que primero se abandonó por dentro. Por supuesto, me refiero a vestimenta para pasear por la ciudad, aunque también habría mucho que decir del look playero. Me referiré a él un poco más adelante.



Atuendos masculinos inapropiados

Pecados capitales masculinos. La camisa hawaiana o estampada en colores chillones; la camiseta de algodón, ya sea de manga corta o de tirantes; los pantalones por encima de los tobillos, ya sean piratas o bermudas; las alpargatas, peor aún si se las lleva como zapatillas destalonadas; las sandalias, con o sin calcetín; las chanclas, aunque las firme el mejor de los diseñadores italianos; las deportivas, que sólo se utilizan, como su propio nombre indica, para hacer deporte; las deportivas con calcetín reducido para que parezca que no lo llevas, pero todo el mundo lo ve; la camisa de manga corta con traje y corbata o, peor aún, sólo con corbata; aún así, también para un atuendo de sport resulta más elegante la camisa de manga larga con unos dobles bajo el codo que la de manga corta; las insignias nacionales en polos, cinturones y otras prendas son una vulgaridad y sólo cabe la excusa de ir a presenciar en directo un partido de la Selección Nacional Española o competir con Su Majestad el Rey en las regatas. Las combinaciones que se llevan el premio a la falta de clase son: las bermudas con mocasines, y especialmente mocasines de invierno y de color



Playa sí; ciudad no

burdeos; la camiseta con el traje de baño y las chanclas. Las bermudas son un look de playa, se pueden vestir en entornos marítimos, también para pasear con unas sencillas alpargatas bien calzadas y una camisa de lino o un polo. 

Calzado masculino

El traje de baño -que no bañador- es una prenda de baño y sólo se utiliza con este fin, en la misma playa, ni siquiera para acudir a ella -se lleva debajo del pantalón-. Las chanclas o las cangrejeras son propias de la playa y sólo en ella has de usarlas. A cada lugar y actividad su propia vestimenta. Para la ciudad existe calzado masculino cómodo y relativamente fresco, como son unos buenos mocasines  de verano, que se pueden lucir sin calcetín y siempre con pantalón largo.

Mostrando sujetador

Pecados capitales femeninos. La ropa interior a la vista: Primero fueron las tiras del sujetador sin querer, después queriendo -ya existen diseños de colorines y estampados tan diversos, preparados para mostrar un doble tirante o con una camiseta de escote americano o tank-top y con una sin tirantes o un palabra de honor, y el colmo del mal gusto llegó de la mano del vinilo, los sujetadores con tirantes de vinilo transparente, para que parezca que no llevas, pero todo el mundo ve que los llevas. Después vino el "¡ay qué despiste!", parece que se me caen la camiseta y el sujetador o se me ve este último por la sisa, pero no me había dado cuenta...; ahora ya es el reinado del sujetador: Lo luzco a conciencia y en ocasiones solemnes.

Mostrando tangas

Mostrando "michelín"

La otra prenda interior a destacar, no por su estética precisamente sino más bien por la antiestética de enseñarla, tanto en verano como en invierno, es el tanga. Está claro, entonces, que las chicas que así lo llevan no es porque pasen calor sino por una burda moda. La inmigración sudamericana ha influido mucho en la costumbre española de usar y lucir sin pudor alguno este tipo de prendas. En algunos países latinoamericanos se muestra el cuerpo, lo tengas perfecto o imperfecto, en todo su esplendor u horror. La ropa ajustada o la lencería vista no eran propias de países europeos.

Mostrando ombligo

También tenemos los tops y la moda de enseñar el ombligo que instauró Madonna allá por los 80 y a la que han secundado otras divas del pop, que si la unimos a los shorts cada vez más cortos, cual braguitas, o a las reducidas minifaldas de tamaño cinturón ancho, que no permiten un solo movimiento, a no ser que no nos importe o pretendamos que se vea la ropa interior, dan una imagen casi de biquini, que no es la más apropiada para pasear por la ciudad.

Tops, shorts y micro-faldas

Esa imagen de Lolita -gran novela y gran película- es de por sí provocativa, pues ¿acaso no lo era el personaje de Nabókov? ¿Por qué no llamamos a las cosas con su nombre, entonces? El conjunto de mini-top mostrando el ombligo con shorts -en inglés hot pants- o con una de esas minifaldas que impiden toda clase de movimiento es el colmo de la falta de elegancia. Además, no importa la talla. Todo el mundo quiere lucir palmito o palmazo y se trata de que mejor disimules tus defectos y potencies las zonas bonitas que sean enseñables. ¿También es por el calor? ¡Pero si los shorts se llevan con botas de invierno! ¿Hay alguien con un mínimo de sentido común que comprenda esto?

Pie femenino para lucir

Aquí también hay que mencionar la cuestión chancla de piscina, tan abominable casi como en los varones, además de no ser sanas para el pie ni para la columna -mucho menos que unos tacones de 10 cm-. Mejor utiliza sandalias, siempre favorecen más y denotarán tu buen gusto por el calzado femenino. No hay cosa más horrenda que lucir unos pies sin arreglar. Hazte una buena pedicura para lucir tus sandalias de verano. Una pedicura no consiste únicamente en esmaltarse las uñas sino en exfoliar a fondo el pie, hidratarlo, limar bien, desprenderse de durezas y cutículas, y, por último, esmaltar las uñas, aplicando primero una base, luego dos capas de esmalte y, por último, un secante con brillo. Serás la admiración de cuantos te miren.

Piercings y tatuajes

Piercings y tatuajes. Con el verano mostramos más centrímetos de nuestro cuerpo, especialmente en el caso de las mujeres y salen a la luz esas locuras de un día, del nombre de un novio de invierno... me refiero a los piercings y los tatuajes, esa moda absolutamente ordinaria y de raíces tribales que se ha adueñado de las pieles y ahora lo hace de las calles. Sobra decir que es una cuestión de gusto; sí, pero de mal gusto. Una persona perforada por los piercings y teñida por los tatuajes no puede ser elegante. Así que si tienes cuaquiera de las dos cosas, corre a deshacerte de ellas, porque tú tienes la suficiente clase como para salvaguardar tu imagen de modas vanas y ordinarias.

Así no; así sí

La playa y la ciudad. Debería resultar obvio señalar que uno/a no se pasea vestido de igual modo, como ya he comentado antes, por la playa que por la ciudad. Asimismo, para disfrutar de un día de playa no se sale de casa con el traje de baño a pecho descubierto y con una toalla al hombro en el caso de los varones ni con biquini y cesto de mimbre las mujeres, ni aun cuando tu casa, apartamento u hotel estén situados en primera línea de mar. De casa se sale vestido -en esta ocasión sí que puedes usar las bermudas y la camiseta, si eres chico y los shorts con chanclas si eres chica-.

Te despojas de sus vestiduras cuando estés sobre la arena instalando tu toalla. Lo más aconsejable es que lleves el traje de baño debajo de tu atuendo playero. De hecho hay poblaciones en las que está prohibido pasearse por la calle en traje de baño. Si se te ocurriera tal idea en Barcelona pagarías 300 € de multa. Si almuerzas en un chiringuito hazlo vestido o, al menos, con camiseta si eres chico o con pareo, en el caso de que seas chica. Se trata de una cuestión de higiene.

PARA MANTENER LA DIGNIDAD EN VERANO

1. Instaurar más hábitos de aseo personal: duchas

frecuentes, desodorantes más fuertes, pedicuras...

2. Utilizar tejidos frescos com el hilo, el lino y el

algodón y colores claros.

3. Substituir las chanclas por alpargatas -varones-

y por sandalias planas de sport -mujeres-.

4. Olvidarse del atuendo playero para salir al paseo marítimo. Arréglate potenciando tus puntos fuertes
y disimulando los débiles.
5. No llamar nunca al traje de baño "bañador".
El "bañador", según Usía en sus tres Tratados de
las Buenas Maneras, es un señor que te baña. Es
una lectura amena y divertida para el verano.

Comienza, pues, una estación agradable ¡para disfrutar!