Niña recibiendo su Primera Comunión |
Qué es la Primera Comunión y cómo se hace. La Primera Comunión es la primera vez en que una persona participa del Sacramento de la Eucaristía, es decir, de la recepción del Cuerpo y/o la Sangre de Jesucristo. La Iglesia Católica renueva el sacrificio del Calvario y la Resurrección de Cristo-, modo en que Dios redime a cada persona- con la conversión del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, acto que recibe el nombre de transubstanciación. Junto con el de la Penitencia y la Unción de Enfermos, este Sacramento puede recibirse varias veces a lo largo de la vida, cada domingo o, si se desea, a diario. En 1910 se daba a los niños a partir de "la edad del juicio", según Su Santidad El Papa Pío X, a los 7 años. Desde 1960 se realiza por vez primera a la edad de entre 8 y 9 años, cuando los niños ya tienen sentido común, uso de razón y son capaces de distinguir en conciencia el bien del mal en sentido moral. Así como cuando se ha de cumplimentar a Su Majetad La Reina, las señoras realizan una semigenuflexión y los caballeros inclinan su rostro ante El Rey, la postura más aconsejada para los primeros comulgantes es la de recibir el Sacramento de rodillas: No sólo están saludando sino recibiendo como alimento al Rey de reyes, pues se trata de una forma de adoración.
Los sacerdotes, cuando son ordenados, se

Comulgar en la boca / Comulgar en la mano |
postran -es decir, se tumban en el suelo
con la frente apoyada en el mismo; también oran así muchos sacerdotes, comenzando por el Santo Padre, y es la postura más común para la oración en la Iglesia Católica de Oriente. La manera de comulgar puede ser en la boca directamente de las manos del sacerdote o en la mano, dejando que el sacerdote la deposite en la mano izquierda, mientras mantenemos la derecha debajo de la primera, con la que cogeremos la Sagrada Forma y nos la llevaremos a la boca ante la vista del celebrante. Si la Forma sagrada puede o no ser recibida en la mano es una decisión del obispo de cada diócesis, al igual que lo es la de permitir que ciertos laicos concretos ayuden en las parroquias a la distribución de la Comunión. Las personas con problemas de intolerancia alimentaria, no colmugan bajo la especie de pan sino bajo la de vino.
Jesús con los niños |
Requisitos. En primer lugar hay que ser miembro de la Iglesia, es decir, hay que estar bautizado. Las catequesis preparatorias son indispensables para conocer bien la doctrina de Jesucristo y su Iglesia y todo cuanto guarda relación con el Sacramento a recibir. Las catequesis han de ser recibidas en las parroquias respectivas y duran entre uno y dos años. También pueden impartirse junto o separadamente con la asignatura de Religión en algunos colegios privados o concertados, de tal modo que lo más frecuente es celebrar la Primera Comunión en la parroquia, aunque en algunos casos se realiza en el colegio, bajo permiso episcopal. La asistencia a las catequesis
es muy importante y de gran ayuda, pero el primer ejemplo ha de estar en casa; unos padres que den ejemplo de su Fe son los mejores catequistas para un niño. Si no frecuentan una iglesia y/o no se esmeran en la práctica de virtudes confundirán al infante. Otra condición importante es la del Sacramento de la Penitencia, más conocido como el de la Confesión. Aunque algunos niños ya se han confesado con anterioridad, es bastante frecuente y muy sugerido por la Iglesia que antes de la Primera Comunión los niños se confiesen por vez primera para llegar con un alma más limpia y más consciente a su gran día.
Niños inapopiadamente vestidos para su Primera Comunión |
Trajes y vestidos. Por la solemnidad del acto, los niños/as lucen trajes especiales ese día, no escogidos al azar. Tanto niños como niñas pueden optar por el color blanco, que simboliza la pureza, con la que ha de recibirse a Dios. En el caso de los niños, pueden hacerlo de blanco completo, aunque es más frecuente que luzcan camisa blanca, acompañada de pantalón claro o gris y chaqueta azul marino. No es adecuado para un niño un traje completo ni uno de etiqueta masculina, como pueda ser un chaqué, como tampoco resultaría correcto un traje de sport, con camisa de hilo y pantalón corto, por ejemplo. Se aconseja que los niños de Primera Comunión luzcan pantalón largo. Gustos aparte, suelen ser muy frecuentes por tradición los trajes de corte militar, que simbolizan el espíritu de lucha frente a las tentaciones que el niño habrá de afrontar a lo largo de toda su vida para mantenerse fiel a la Fe en Jesucristo, al que por primera vez recibe. Los botones y los galones hacen referencia a los futuros triunfos
frente a dichas
tentaciones. Generalmente la chaqueta tiene un cordón dorado que va del hombro al botón central acompañado de un crucifijo. Este representa su adhesión a la Iglesia de Pedro y su amor al Papa y a su Magisterio. Todos estos trajes se apoyan en costumbres inveteradas, pero quizá hoy en día lo más apropiado sea la sencillez de un conjunto de pantalón y chaqueta mencionado en primer lugar, como el de Nícoli de la imagen de la derecha.
Niñas inapropiadamente vestidas para su Primera Comunión |
Las niñas lucen un vestido blanco hasta el tobillo, que suele adornarse de flores, lorzas, o tiras bordadas, las cuales significan las buenas obras que dicha niña llevará a cabo durante su vida. El color blanco, que comenzó a utilizarse para tal evento a partir del siglo XIX, vuelve a indicarnos la pureza, del mimo modo que en los niños o en las novias. Las flores adornando la cabeza provienen de la época romana, en la que las mártires cristianas se las colocaban en la cabeza antes de ser devoradas por lo leones. Generalmente eran rosas y simbolizaban la alegría por irse al Cielo con Dios. Hay niñas que llevan velo, pero su significado es confuso: Algunos lo interpretan como símbolo de pureza; otros, en cambio, como la Fe que nos lleva a Dios, al que en esta tierra conocemos de un modo velado. En todo caso, es más propio de novias, cuya tradición puedes encontrar aquí. También es importante el peinado en una niña de Primera Comunión. Ya que las niñas suelen llevar el pelo largo, no se aconseja que este vaya suelto tapándole la cara sino semirrecogido con algún adorno. El moño resulta demasiado formal. Hay que recordar, como siempre acostumbro, que la naturalidad es lo más importante. No todas las niñas lucen igual un vestido y cada mamá
Niñas apropiadamente vestidas para su primera Comunión. Las de la derecha lucen vestidos de Teresa Palazuelo. |
tendrá que ver cuál es el más apropiado para su hija. Por supuesto no es una ocasión para disfrazarse ni de princesa ni de novia. Se tiene que ver a la niña y no al vestido, que tan sólo acompaña a su portadora.
Simbolos religiosos. Algunos de los accesorios religiosos que acompañan a las criaturas en ese día y en sus fotografías más reseñables son: el Misal, la Biblia, un crucifijo, un rosario y una limosnera, además de la medalla. La medalla que lucen los comulgantes suele ser la de su bautizo con la imagen de la Virgen Niña o la del Niño Jesús, simbolizando su unión con ellos. Otra muy frecuente es el escapulario, que tiene dos caras: Por un lado lleva grabada la imagen de la Virgen del Carmen, portadora del famoso escapulario, y por el otro el Sagrado Corazón de Jesús.
Escapulario / Medallas Virgencita plis |
El escapulario ha debido ser impuesto previamente, mediante una ceremonia breve llevada a cabo por un sacerdote. En ella las personas que reciben esta imposición han de prometer vivir la virtud de la pureza y rezar tres Avemarías cada noche. La creencia reza que la Virgen les protegerá de todo peligro, que si mueren en sábado, día de la Virgen María, serán llevados al Cielo en directo y si no el sábado siguiente. Como los niños son pequeños, es preferible que, aunque ese día lleven la medalla de oro, el resto la luzcan de plata, por si la pierden. Ahora hay muchas alternativas de medallas para niños, con dibujos más infantiles y de diversos colores. La Biblia es la invitación del niño a Jesucristo a entrar en su vida, puesto que Él es la Palabra hecha carne
que va a tomar. Es la respuesta de seguimiento a Jesús, que invita a una nueva persona a alimentarse de Él. El Misal es la unión con la Eucaristía y ayuda al niño/a a familiarizarse con la Misa y la liturgia. El crucifijo es un recordatorio de las palabras de Cristo en el Evangelio de San Mateo: "El que quiera venir en pos de mí, que tome su cruz de cada día y me siga..." Representa la unión con Cristo y es el símbolo del cristiano. El rosario refleja la confianza del niño/a en la Virgen María como Madre. Rosario significa corona de rosas. De ahí que actualmente sigan fabricándose rosarios de bolas rojas con olor a rosas. Su origen se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia en que, tal y como he descrito antes, los mártires llevaban una corona de rosas cuando iban a ser comidos por los leones en señal de alegría por ir al encuentro de Dios.
4. Vestirle demasiado original sin tener en cuenta la
formalidad del acto.
5. No tener en cuenta la simbología religiosa y litúrgica.
Pon guapo/a a tu niño/a y... ¡A disfrutar!
Misal / Limosnera / Crucifijo / Rosario / Medalla Virgen Niña |
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Rosario con olor a rosas |
Tras el martirio, los cristianos se reunían en el lugar donde se había producido y rezaban por el difunto. Solían utilizar salmos para su oración, uno delante de cada rosa. Como aprender los cincuenta Salmos del Rey David era complicado, estos fueron substituidos por Avemarías. La devoción por el rosario que conocemos actualmente comenzó su arraigo en el siglo XIII a raíz de una aparición mariana a Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos, quienes extendieron esta costumbre. La limosnera es una tradición para el recuerdo. Los papás del niño/a, tras la celebración y el banquete, acerca del cual escribiré la semana que viene, lo llevaban a visitar a los amigos, conocidos y vecinos, quienes le daban una limosna a cambio de un recordatorio del día. Está claro que este elemento hoy resulta ornamental.
LO QUE NUNCA DEBES HACER
2. No ofrecer ejemplo al niño/a si eres padre o madre.
3. Obligarle a hacer la Primera Comunión porque "es lo que toca".4. Vestirle demasiado original sin tener en cuenta la
formalidad del acto.
5. No tener en cuenta la simbología religiosa y litúrgica.
Pon guapo/a a tu niño/a y... ¡A disfrutar!