
Usos y costumbres.
Todos cuantos conformamos una sociedad nos ofrecemos a nosotros mismos unas normas, que no son pétreas ni inamovibles sino que están vivas, como vivos estamos quienes las acordamos, y evolucionan. No siempre podemos hacer lo que nos da la gana, porque, sencillamente, el vecino también tendrá derecho a hacerlo, pues vivimos en democracia, y el "todo vale"es únicamente fruto de la comodidad y sólo conduce a la anarquía. Ya lo escribí hace dos semanas: Si quieres que a ti te traten bien, trata tú primero exquisitamente. La anarquía se basa en la falta de respeto y lleva a lo contrario de lo humano: a la falta de civilización. La cortesía se basa en la educación, la cual conlleva a la cultura y esta a la civilación. Los usos cívicos son el reflejo de nuestro interior y seguro que tienes un fondo muy rico como para echarlo al traste por una falta de educación o una grosería. Si quieres que vivamos en democracia: "No todo vale". Como ya escribió Oscar Wilde: "Las reglas de la buena sociedad son o debieran ser las mismas que las del arte. La forma es absolutamente esencial en ellas".

Saludos y conversación. A nadie nos gusta que nos suene el despertador
¿Y qué hay de cuanto sucede a tu alrededor? ¿De todas aquellas personas que pueden necesitar tu ayuda y/o merecen un trato especial?
La mujer, para que no continúe siendo tratada como un objeto y se le reconozcan con agradecimiento los valores diferentes de los varones que aporta a la sociedad y porque es la principal transmisora y cuidadora de la vida humana; las personas mayores, tan veneradas en culturas orientales y tan desgraciadamente denostadas en la nuestra, por su edad, su sabiduría de la vida, su construcción del mundo en el que vivimos; los invidentes y minusválidos, por su especial sensibilidad, su capacidad de superarse, su sola presencia nos hace recordar que todos somos personas dignas, débiles y fuertes al mismo tiempo; la antigüedad en los cargos, tanto públicos como privados,
por su experiencia, por su larga trayectoria de dedicación al trabajo;

las personas"sabias", los investigadores, los intelectuales y filósofos, que se dedican a estudiar y a pensar cómo podemos vivir y convivir mejor; las autoridades que defienden los derechos de los ciudadanos y facilitan la concordia.
Civismo y caballerosidad. Resulta de agradecer que siga habiendo personas dispuestas a abrir una puerta, ayudar a cruzar una calle o a transportar una maleta...
LO QUE NUNCA DEBES HACER
1. Si eres varón, no ceder el paso a una mujer; si eres joven, no hacerlo con una persona mayor.
2. Si eres varón, no abrirle la puerta a una mujer; si eres joven, no hacerlo con una persona mayor.
3. Dar con la puerta en las narices a alguien.
4. Hacer uso ostentoso de tu rango y/o condición para ocupar el primer puesto.
Si procede, ya te lo cederán.

Me encanta!!!!! eres toda un descubrimiento! enhorabuena con tu blog,
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Anna!
ResponderEliminarNo sabes lo de acuerdo que estoy contigo. Yo particularmente no soy una persona muy sociable, puedo decir que el mundo me ha hecho así, pero sí que me preocupo muy especialmente y con mucha dedicación a que mis hijos saluden cuando entran a un sitio a las personas que encuentren.
ResponderEliminarCon lo que no sé si estoy muy de acuerdo es con hacer menciones especiales de atención, porque primero; respétate tu mismo para que te respeten los demás.
No discriminaría por sexo y si que educaría a que las mujeres no se dejaran vender como si fueran un objeto.
Muchas gracias por tui comentario Amaya. No obstante, pienso que si respetamos a los demás -les dedicamos un saludo, una sonrisa...-, los demás nos respetarán a nosotros.
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